El león temeroso

Foto León Temeroso

Mon

4 de octubre de 2020

Por si en este momento no te apetece leer

«Déjame que te cuente que hubo una vez…»

En una hermosa sabana africana, un león que se había perdido de su grupo. Llevaba ya muchos días caminando de un lado para otro y no encontraba a los suyos. Tenía hambre y sed, pero también tenía mucho miedo al verse solo.

Por fin divisó un estanque de agua fresca. Inmediatamente corrió hacia él con todas sus fuerzas. Estaba muerto de sed y necesitaba a toda costa tomar un buen trago de agua. Sin embargo, al llegar a la orilla, vio sobre las aguas la imagen de un león que se acercaba y echó a correr. “El estanque ya tiene dueño”, pensó.

Esa noche se quedó cerca de allí, pero no se atrevió a ir de nuevo al estanque. Temía que  si aparecía el león, que era dueño del lugar, seguramente lo atacaría por meterse en su propiedad. Y él no estaba en condiciones de enfrentarse a nadie.

Dejó pasar un día más, pero quemaba tanto el sol y tenía tan sed, que a pesar de su miedo, se acercó sigilosamente al estanque con intención de beber. Cuando abrió su boca y ya la lengua se acercaba al preciado líquido, de nuevo vio en las aguas del estanque, la cara de su posible agresor. Huyó como pudo, apenas las patas le sostenían por la debilidad.

El león asustado, se escondió de nuevo.

Al anochecer, ya apenas le quedaban fuerzas y se dijo: “si no bebo me moriré igualmente”. Así que se acercó cautelosamente al estaque, y al llegar a la orilla, vio de nuevo al león. Pero era tanta su sed que ya no le importó. Metió de lleno la cabeza en el agua fresca. Y en ese momento, el león que le acechaba, desapareció.

Y colorín, colorado… «los cuentos, nunca son terminados…»

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