Desarrollo Personal

Una mirada atrás…

Hace unos 500 años a.C. el pensamiento de Confucio giraba en torno a la educación como fuente de virtud. Cuando tenía 50 años comenzó a recorrer China dando a conocer su pensamiento. Pregonaba principalmente tres virtudes: la Bondad, que generaba alegría y paz; la Ciencia, que permitía disipar dudas; y la Valentía, que ahuyentaba el miedo.

Podríamos decir que ya Confucio hace unos 2500 años hablaba del «desarrollo personal». Creía firmemente que la naturaleza humana es buena pero que debe ser cultivada y formada para que llegue a alcanzar su mejor expresión.

Entre las múltiples citas suyas que hay recogidas, me gusta especialmente esta:

“Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí”

Más recientemente, allá por 1943, se encontraba Maslow en plena investigación sobre las necesidades del hombre. Quería saber qué hace a la gente más feliz y qué se podía hacer para mejorar el desarrollo personal.

Él pensaba que las personas tenían un deseo innato para autorrealizarse y que contaban con la capacidad para conseguir sus objetivos si se encontraban en un ambiente propicio. Intuía que los objetivos que se perseguían en cada momento dependían de qué meta se había conseguido y cuáles quedaban por cumplir; según la pirámide de necesidades que elaboró, en su Teoría sobre la motivación humana.

Actualmente hablar de crecimiento personal es hablar de nuevas formas de pensamiento; es hablar de técnicas que pretenden procesos de transformación que lleven al individuo a alcanzar a ser, lo que es llamado a SER.

La Meditación, la Inteligencia Emocional, el Mindfulness, el Coaching, la PNL, etc., están a nuestra disposición para ayudarnos a emprender este fantástico viaje de autoconocimiento. Pero para iniciar el camino es necesario partir de la autodeterminación de “querer hacer algo distinto” y por supuesto, salir de nuestra zona de confort.

Y como dijo Maslow:

“Uno puede elegir por ir hacia la seguridad. o por avanzar hacia el crecimiento. El crecimiento debe ser elegido una y otra vez; el miedo debe superarse una y otra vez”

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